Restructuración de Morus alba.

Trabajo de restructuración de copa de una alineación de ejemplares de Morus alba de aproximadamente 18 metros de altura, que fueron desmochados en la inserción de los ejes de orden 1-2, y abandonados posteriormente. Tras la evaluación de riesgo de los ejemplares en el Plan Director de Arbolado, realizado para esta Comunidad de Vecinos, la actuación propuesta ha sido restaurar  la copa de los ejemplares a medio-largo plazo, generando una estructura más ordenada en función de los reiterados existentes y la casuística de cada ejemplar, y trabajando los ejemplares en algunos aspectos de forma individualizada.

Para realizar esta actuación hemos empleado la técnica de trepa, ya que los ejemplares se encontraban en una zona ajardinada sin posibilidad de acceso con plataformas elevadoras. Ha sido necesario situar el punto de anclaje en las zonas más alta de la copas, utilizando un anclaje Multisaver de Teufelberguer en dos de las reiterados. Se ha utilizado esta técnica debido a que había que actuar sobre las zonas más externas de las ramas (zona de edificio y zona alta de la copa). La necesidad de utilizar este sistema combinando el punto de anclaje en dos ejes, y no sólo en uno como se suele hacer en una situación normal, viene dada fundamentalmente porque son reiterados retardados, es decir, brotes epicórnicos, siendo su conexión con el árbol es deficiente, y por estar situados en zonas de pudrición. Además, ha sido necesario el descenso de los ejes mediante apeo controlado con un freno winch debido a su elevada longitud y a su cercanía con el conjunto de casas y la valla.

El objetivo de esta actuación viene determinada por diferentes razones:

• Disminuir el riesgo de los ejes existentes en los antiguas heridas.
• Preservar el estado fitosanitario y su vitalidad.
• Mantener la forma de los árboles.
• Evitar futuras actuaciones drásticas que comprometan la vitalidad de los ejemplares.
• Reducir los costes económicos de trabajo sobre los ejemplares a medio-largo plazo.
• Mantener las distancias de separación sobre las edificaciones colindantes.

En cada de una de las zonas donde se realizaron los desmoches, han surgido un número variado de ejes, entre 4 y 6 (10-15 cm de diámetro). Un aspecto positivo en las zonas dañadas es la aparición de madera de compensación alrededor de las heridas. No se han observado ni cuerpos fructífero ni exudaciones. En algunos de los ejes, se aprecia una gran consolidación de la inserción frente a las heridas existentes. Esta actuación realizada sobre los ejemplares de Morus alba, ha sido posible porque todos las unidades arbóreas mostraban en el momento de la actuación una vitalidad 0 según la escala de Andreas Rollof, con crecimientos altos en los últimos años y de gran vigor, además de una coloración de la madera en la base de las heridas que denotaba un buen crecimiento secundario. De haber observado ejemplares con la vitalidad baja, no se hubiera realizado actuación alguna debido a lo contraproducente del trabajo.

La restructuración de los árboles se realizará en diferentes fases, con una separación entre fase y fase que estará condicionada a la vitalidad de los ejemplares, siendo necesaria una evaluación previa para la elección del momento correcto de la siguiente actuación. Se requerirá un tiempo mínimo de consolidación de los ejes que no se poden. Los trabajos consistirán en la disminución progresiva del número de ejes en cada zona dañada, teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales: la orientación en relación a la copa y a los otros ejes existentes; y la calidad de la inserción que tenga. Se elegirán aquellos con mejor inserción siempre que cumplan el otro condicionante. Sería contraproducente realizar una selección de los ejes en una única fase debido al aumento del riesgo de rotura de alguno de ellos por falta de un período de adaptación frente a los nuevos movimientos ejercidos por el viento. Esta situación provocaría probablemente roturas inesperadas en muchos de los ejes. En estos momentos, todos los ejes de orden 2 están moviéndose de forma conjunta, compensando sus movimiento con apoyos naturales. La eliminación de alguno de ellos generará una distorsión en el conjunto de los ejes, que será necesario prevenir con otro tipo de actuación.

Por ello, se han eliminado 1 ó 2 ejes de orden 2 en cada zona de actuación, seleccionando aquellos que por su excesivo ahilamiento, su inadecuada ubicación y su deficiente inserción no sean propios para generar una futura estructura en el árbol.

En aquellos ejes que se han considerado como posibles ramas de la futura estructura, y en ejes que se han visto afectados en un aumento de su rango de movimiento, pese a ser eliminados posiblemente en futuras fases, se les ha reducido ligeramente el peso en la zona más excéntrica de la propia rama. De esta manera, se ha disminuido el riesgo de rotura frente a las cargas, y se ha mantenido la capacidad fotosintética del árbol, y por ende, su vitalidad.

También se han respetado aquellos apoyos naturales de los ejes tras la brotación de emergencia. En algún caso que era necesaria la eliminación por excesivo ahilamiento o mala ubicación frente al conjunto del árbol, no se ha realizado el corte correcto en la unión de la rama tras su eliminación. Se ha respetado aquella zona que sostiene (apoyo natural) de forma natural a otro eje para evitar la rotura de la rama por falta de apoyo. Tras un período de adaptación pudiera ser posible su eliminación.

 

Tras realizar la selección de los ejes a eliminar, los árboles han visto aligerada su estructura, y escasamente mermada su capacidad fotosintética. Ahora, empieza un período de compensación y readaptación del material verde eliminado. Será necesaria la evaluación anual de los ejemplares, controlando la reacción de los árboles frente a la poda y visualizando posibles deficiencias en su estado fitosanitario y en su estructura.